Hace dos noches que sogne con un cisne blanco que sollozaba debajo de mi cama, y aunque estoy en un lugar lejano y ya eso es demasiada coincidencia, no voy a salir corriendo a jugarme el cuarenta y dos. Porque no me gustan las apuestas y porque siempre salgo perdiendo. Entonces quise pensar en aquella maravillosa pieza de la danza clasica y quise escribir tambien sobre ello. Otro pecado. Llevo mas dos agnos sin ir al ballet.
Delicadeza en cada gesto, suspendidas las ves o como sujetas por un hilo de seda a las bailarinas, como las musas, inspiran y endulzan y lo perfuman todo. Flotan cual mariposas livianitas. Y como se expande urgente esa fuerza contenida que aprieta y abraza el pecho! Girando, girando, girando sobre su propio eje que hasta perecerian cuerpos mecanicos. Pero ya sabemos que no es asi, comprendemos que es la virtud con disfraz de hada. La virtud luciendo sus mejores galas y avanzando entre las nubes, esas ilusiones que son pedazos de nada. Una vez mas el cuerpo ante sus limites, pero sin rendirse, que va! por el contrario! levantandose en puntillas cada vez que la belleza y la exactitud quieren habitar juntas en algun sitio para asi, bien juntitas, reinventar lo divino. A Odette le duelen las alas y esta helada el agua del lago, pero alli permanece inmovil aguardando el milagro de luz que deshaga el hechizo y la libere de su hermosa apariencia de cisne. El amor todopoderoso!
El periodo de vida de un cisne es hasta los catorce agnos pero algunos viven incluso hasta los veintitres. Entonces yo por mi parte deseo con todas mis fuerzas que el milagro de amor se haga pronto y asi se deshaga el hechizo; porque yo ya soy un cisne al borde de la muerte. Buenas noches!
imagen: Ana Pavlova en la muerte del cisne.
Wednesday, October 29, 2008
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